No hay que jugar a atar conclusiones de las remotas posibilidades materializadas, porque así fue mi primera clase en Estocolmo, en mi segundo día en Suecia, cuando la Cata se sentó a mi lado en ese auditorio en el que todavía quedaban varios asientos vacíos y me habló en inglés. Se sentó justo al costado del hispanohablante en el salón repleto de europeos, en Introduction to Swedish Law, con un profesor llamado Rolf Höök que para ahorrarnos problemas de pronunciación nos contó que en la Facultad de Derecho de Stanford le decían Mr. Hook.
Pero no hay que jugar a darle valoraciones a algunos hechos concretos, porque simplemente son coincidencias o cosas que pasan de casualidad, así sin más, por más que la Cata diga que "la vida se encarga" y que también le guste Magnolia y por más que Chile ya no sea un país tercermundista como yo.
En el mundo cualquier cosa puede pasar. Como le dije a Carla ante su constante negativa al alcohol, al cigarro y a tomar sol sin bloqueador, "no es miedo a las consecuencias del acto puntual, sino miedo a que el riesgo que implica ese acto se concretice". De vez en cuando recuerdo mis clases de Legislación Tributaria con Lalo Sotelo y sus exquisitas explicaciones sobre lo que se denomina Risk aversion... y es que, repito, cualquier cosa puede pasar, por más que queramos descifrar a qué se debe ese tormento y ustedes estén leyendo mi blog.
Viví ilustrativos ejemplos en Lima, en la pre-historia, en la época de la palabra precisa en el momento exacto y toda esa demencia derrochada en post anteriores. Sin embargo, me pasó también un par de veces más aquí cuando la Cata apareció en su bicicleta, de la nada en medio de la calle, justo en la bajada de un bus que tomé por equivocación.
Esa tarde teníamos un buffet de bienvenida para los exchange students de Derecho y luego de dos intentos frustrados yo estaba resignado a no dar con la dirección. De pronto la Cata apareció en su bicicleta y cual ángel caído del cielo me rescató. Lo gracioso fue cómo apareció, la materialización de las remotas posibilidades de que estando yo perdido en Estocolmo me encuentre con la Cata y me lleve al dichoso buffet.
Mientras íbamos al lugar de la invitación, me contó que sí, que sí le gustaba Magnolia. Ahí conocimos unos alumnos del Master de EC Law y mientras comíamos la Cata comentó que estudiar en Suecia no es cualquier cosa porque la Cámara de Comercio de Estocolmo tiene prestigio internacional como ente que resuelve conflictos entre grandes compañías chinas y estadounidenses.
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2 comments:
dedicate a estudiar
limpia tu carro
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