Tuesday, October 31, 2006

Jelly Roll Morton

"I could sit right here and think a thousand miles away..."

Saturday, October 28, 2006

Razones contundentes

Se sugiere leer los post anteriores para un cabal entendimiento del presente

• Que la Coordinadora de mi Facultad en la Universidad de Estocolmo me reitere la posibilidad-invitación de extender mi permanencia en Suecia, becado, si así lo deseo.

• Que la dichosa pregunta “are you staying for the whole year?” me la haga una de las mujeres más lindas que he visto en toda mi vida, una europea oriental que tras soplarse el rollo de mi disyuntiva (en inglés: “my Law Review and my Law Firm and etc”), me dijo que no sea estúpido y que me enamore de una flaca para que no dude en quedarme el año entero en Suecia.

• Que dos amigas francesas se hayan dado el trabajo de forzarme a escribir con ellas, en una hoja de mi cuaderno, una lista de las ventajas y las desventajas de quedarme el año entero tratando de convencerme. Al final, no quedó más que Ius et Veritas y Miranda & Amado versus una enumeración inacabable, la cual incluía, en caso no me quede el año entero, su tristeza al igual que la mía.

• Esa lista de ventajas y desventajas, obviamente, que me hace ver que lo que aprendo en Estocolmo, cada día mi vida, con cada persona que conozco, no es mesurable en un análisis costo-beneficio porque lo trasciende.

• Que la Cata (el ángel chileno que mencioné en post anteriores) me haya recordado que el día que me conoció (mi segundo día en Suecia) me aseguró que me iba a quedar el año entero: “Desde que te vi lo supe y te lo dije”. La Cata es un ángel y la Cata siempre manda.

• Que las peruanas que vinieron antes que yo ya me habían dicho que era una locura y que nadie se queda 6 meses si puede quedarse un año. En el peor de los casos, lo que sucede, es que quien viene por 6 meses termina extendiendo el intercambio. 100 Euros a la oficina de migraciones en Suecia por el permiso de residencia, pagados, obviamente, con la plata de la beca.

• Verano europeo señores: sol a la medianoche en el norte de Suecia. ¡Yo sí que quiero ver eso! Mis fotos y mi primera edición de un video. Las imágenes explican todo mejor, ¿no? Link nuevamente: http://www.youtube.com/watch?v=jXXCQaBJskA

• Interrail en lugar de Eurailpass y mayores posibilidades de gratas visitas a Estocolmo para enseñar mi bella ciudad.

• Que las decisiones más importantes las tomo por razones tontas: el teléfono 6104747 me hizo elegir el mejor Estudio de abogados. Iván me dijo que la diferencia entre 6 meses y un año está en que el año implica el ciclo completo: te vas y regresas donde empezaste, diste la vuelta entera, navidad, cumpleaños y todas las estaciones. 6 meses es “hice un semestre en Europa”; quedarme es “viví un año Europa”. A mí me cautivan las razones tontas.

• Finalmente, la razón más importante, la que vale el sacrificio y la inmensa pena que me causa perder las cosas que me atan a Lima y el querer estar más tiempo lejos de mi familia y mis amigos y todo. Es la razón que no se puede poner en palabras, la más contundente, la que no tiene definición exacta. Es la razón que desborda cualquier intento de explicación, la que no puedo escribir como quisiera que la lean. Algunos la llaman “experiencia”, conscientes del vano intento de lograr que el receptor entienda aquello que no se puede plasmar en un blog. Y es que esta experiencia abarca mucho más que todo lo que puedo contar.

Pregunta

"¿Are you staying for the whole year or just one semester?"

Friday, October 27, 2006

Pregunta (Parte IV)

Imagina que después de la clase de hoy día fuiste a un bar en el que había jazz en vivo. Imagina que fuiste con un grupo de amigos de 3 continentes y que la pasaste muy bien. Imagina que mientras tú experimentabas nuevas variedades de cerveza, tus amigas francesas volvían a pedir vino. Imagina esa mesa, imagina el idioma y la música, el sabor de la cerveza, la tenue iluminación del local, el ambiente ideal, pero imagina que te volvieron a hacer la pregunta esa que te ha hecho escribir las tres primeras partes de este post dando de imaginar.

La pregunta, ¿qué pregunta? Imagina que tratando de convencerte para que cambies la respuesta tus amigas anotan en una hoja de tu cuaderno una lista de ventajas y desventajas. Imagina la alegría de la mesa cuando aceptas que las ventajas pulverizan a las desventajas. Imagina pues que te convencen y que estás escribiendo todo esto como un tercermundista masoquista, como un tercermundista que no aprende, como un tercermundista capaz de cagarse en la oportunidad que todo ciudadano europeo añora. Imagina la pregunta, el ritmo con el que es pronunciada involuntariamente, sin tener idea del efecto que en ti causa. Imagina esa pregunta, la que desde la primera semana en Estocolmo empezó a paralizarte cada vez que tu felicidad era muy grande. Imagina, en otras palabras, que todo es perfecto hasta que una frase te fusila.

En ese momento, cuando esas palabras se derraman lentamente por la boca que te habla, tú sientes que las escuchas una por una en cámara lenta. Desde que escuchas la primera letra de la primera palabra de la oración todavía incompleta, ya sientes cómo te desvaneces ante la llegada de una nueva tortura. Una por una y las letras se van juntando y las palabras van naciendo y la pregunta va tomando forma, y si la presentías desde el primer instante, un par de segundos luego ya debes dar una respuesta. Y ahí es cuando tu alegría es devorada por una madrugada sin que importe si es mañana, tarde o de noche, sin que importe la hora y tu sonrisa de idiota deshaciéndose en un rostro incierto, como aceptando que llegó ese momento de la conversación en el que deberás pelar una incertidumbre frente a una voz inocente que te mata suavemente al recordarte que libremente eliges aquello de lo que después te arrepientes. Y duele más cuando explicas que puedes hacerlo, que la oferta todavía no caduca y depende de ti el aceptarla, que puedes quedarte. Duele más cuando das ese par de razones que sobrevivieron a la lista de ventajas y desventajas y la reacción de sorpresa en la cara que te mira no refleja más que la revelación de un tercermundista desperdiciando oportunidades de desarrollo. Ahí es cuando, con una frecuencia religiosa y una ingenuidad que te acribilla de manera reiterada, diferentes bocas con diferentes acentos, de diferentes países pero con la misma esperanza en ebullición, ahí es cuando alguien te vuelve a preguntar musicalmente: "¿are you staying for the whole year?"

(Continúa)

Thursday, October 26, 2006

Pregunta (Parte III)

Imagina que tu vida cambia de un momento a otro y que todo te fascina. Imagina que la gente vive contenta y sin prejuicios. Imagina que tú también vives contento, hasta cuando limpias tu water o lavas tus dishes o trapeas el piso de tu cuarto. Imagina que cada día es una historia y que cada conversación un intercambio cultural intenso. Imagina que los jóvenes se emborrachan tanto como leen libros, que una amiga tuya toca Chopin en el piano y que conoces una italiana mochilera con la que esperas reencontrarte a finales de noviembre en un concierto de Jethro Tull en Malmö. Imagina que aunque casi nadie a tu alrededor sabe quién es Alan García, un español te habla maravillas de Vargas Llosa. Imagina que aunque solo algunos saben que Lima es la capital de Perú, tras hablar contigo muchos quieren ir a también a Cuzco, Iquitos y Arequipa.

Imagina que todo aquello a lo que estabas acostumbrado es distinto y que aprendes nuevas formas de ver el mundo. Imagina que tienes que cocinar comida peruana para tus amigas francesas y semanas antes no sabías preparar ni fideos en salsa de tomate. Imagina que compruebas lo buenas que están las suecas (aunque en realidad esto no se puede imaginar). Imagina que en agosto oscurece a las 9 de la tarde y que en octubre descubres que el otoño sí existe porque los árboles cambian de color y ves las hojas secas en el pasto. Imagina que tienes tiempo para tomar fotos, para caminar por lugares que no conoces, para ir de fiesta todos los miércoles en la noche y hasta para abrir un blog tercermundista como este. Imagina que cada día es mejor que el anterior, de manera constante. Imagina que estás escribiendo este post.

Imagina que un día piensas que lo que te está sucediendo es como un sueño lleno de magia, que además te permite mejorar el inglés y aprender italiano, sueco y hasta Derecho comparado. Imagina que sigues conociendo más personas, aprendiendo de ellas, descubriendo culturas. Imagina que un día se te ocurre escribir que la felicidad consiste en no poder imaginar algo mejor que el instante que estás viviendo. Imagina que solo estás triste cuando piensas que se acaba.

(Continúa)

Wednesday, October 25, 2006

Pregunta (Parte II)

Imagina que llegas a Europa por primera vez un lunes por la mañana, como empezando la semana. Imagina que desde Lima imaginabas Europa y que querías conocerla. Imagina que la realidad supera largamente la idea que tenías de ella a pesar de lo buena que era la idea que tenías. Imagina que de un momento a otro tu español no sirve para nada. Imagina que vas completamente solo del aeropuerto de Arlanda a la Universidad de Estocolmo y que las estaciones del subway son galerías de arte. Imagina que llegas y que llueve como nunca llueve en Lima. Imagina que de pronto balbuceas tus primeras palabras en inglés para explicarle a la Coordinadora de Relaciones Internacionales que acabas de llegar.

Imagina que te instalas y que el martes en tu primera clase conoces una chilena que literalmente es un ángel y te explica cómo funcionan las cosas. Imagina que estudias con personas de muchísimos países, que tu Universidad es tan grande que hasta tiene una estación de subway que obviamente también es una galería de arte. Imagina que haces amigos italianos, holandeses, turcos y de muchas otras partes del mundo. Imagina que te invitan a sus casas y que tú también los esperas algún día en Lima. Imagina que estimulas la memoria con tantos nuevos nombres.

Imagina que el sitio donde vives se llama Lappkärrsberget pero que todos le dicen “Lappis”. Imagina que es una residencia para más de 2000 estudiantes de todo el mundo. Imagina que aprendes lo que es “erasmus”, que por primera vez escuchas la palabra “corridor” y sus derivados (“corridor party”, “corridor dinner”, “corridormates”). Imagina que tu cocina y tu sala también son la cocina y la sala de 2 italianas, 3 suecos, un español, un holandés, una australiana, un turco, un chino y 2 peruanos como tú, en el primer piso de Forskarbacken 4. Imagina que cuando lees Forskarbacken 4 pronuncias Forskarbacken four en lugar de Forskarbacken cuatro. Imagina que editas el video “Lappis Forskarbacken 4” y lo subes a YouTube. http://www.youtube.com/watch?v=jXXCQaBJskA

(Continúa)

Tuesday, October 24, 2006

Pregunta (Parte I)

Imagina que quieres estudiar en el extranjero. Imagina que a finales de 2005 postulas a un intercambio a Suecia a llevarse a cabo desde agosto de 2006. Imagina que tras un largo proceso la Universidad de Estocolmo te selecciona. Imagina que gracias a eso eres nominado a una beca completa a cargo del Estado Sueco. Imagina que tu aplicación es aceptada y que en abril de 2006, estando en tu casa en Lima, recibes una carta en la que lees que la beca Linnaus-Palme te otorgará 75 mil coronas (más de 10 mil dólares) para que puedas solventar tus gastos en Suecia hasta junio de 2007.

Imagina que te sorprendes, que no esperabas una beca por un año sino por un semestre. Imagina que en el Estudio de abogados en el que practicas y en la Revista de Derecho a la que perteneces te darán una licencia de 6 meses. Imagina que empiezas a dudar, que no sabes qué hacer, que hablas con estudiantes que siguieron el mismo programa de intercambio que tú vas a seguir y te dicen que es una locura desperdiciar esa oportunidad.

Imagina que eres terco y que rechazas la oportunidad. Imagina que te encanta Ius et Veritas y Miranda & Amado, que por eso te surras en la oferta de un año gratis en Europa y pides la beca por un semestre. Imagina que una noche de agosto de 2006 tu familia y tus mejores amigos están en el aeropuerto Jorge Chávez, que tú partes de Lima rumbo a Estocolmo y que tu pasaje tiene como fecha de regreso el 20 febrero del año siguiente.

(Continúa)

Monday, October 23, 2006

Finding Pipe






World.
Europe.
Scandinavia.
Sweden.
Stockholm.
Lappis.
Forskarbacken.
4.
First floor.
130.

Sunday, October 22, 2006

Saturday, October 21, 2006

Guía mágica de Estocolmo

Gamla Stan. No hay mejor lugar para perderse que sus pintorescas calles angostas, como pasajes de piedra pintados con acuarelas marrones y amarillas, entre construcciones medievales, como ancladas en una isla del pasado en el corazón de Estocolmo y el desarrollo de Suecia. Los faroles encendidos y las plazas donde convergen los caminos que terminan en gränd, todos recibiendo el otoño, esperando el invierno, oscureciendo más temprano al ritmo de las hojas secas que danzan en el aire.

El escenario es Gamla Stan, y el Royal Palace y el cambio de guardia, y luego Södermalm y después Drottninggatan, y reír con los cascos vikingos y las banderas suecas y los leones de las esquinas, y el frío hasta comprar guantes y chalina, hasta extrañar mi gorrito celeste olvidado días antes en el bus camino al Karolinska, y el Konserhuset en Hötorget y el Nobel Museum “for his discovery of”. Ver la Viking Line desde Slussen, y ver partir el Cinderella en la bahía y los castillos, caminando frente al viento, tras tocar el piano en una iglesia extraviada en el siglo catorce y tomar fotos prohibidas imitando sus estatuas.

El escenario es culminar una tarde perfecta a la orilla del Riddarholm, observando el Stadhuis, imaginando un atardecer de agosto a mediados de octubre. Y recordar que recién la noche anterior nos conocimos, y volver a decir que nada mejor que perderse en Gamla, y extrañar mi gorrito celeste, y pensar al Louvre como un Tunnelbana y revivir inintencionalmente la parodia de Bertolucci en The Dreamers.

Eso hicimos la primera noche tras la larga caminata por Medbodgarplatsen. Al ver que faltaban 7 minutos para el último tren a Universitetet, y con la ilustrativa frase “cada estación del metro en Estocolmo es una galería de arte”, retamos el riesgo y corrimos por T-Centralen, desde los mosaicos de la red line y la green line hasta la caverna celeste y blanca de la blue line. Corrimos riendo, esquivando y arrimando suecos en la caminadora automática, incrédulos de la locura que estábamos escenificando, fascinados con la decoración de las paredes a nuestro alrededor, que desaparecían con nuestros pasos apurados, convirtiendo la usual y lenta espera sobre una banca en una vertiginosa carrera contra el tiempo.

"Fugaz e intensa". Así describiría la estadía de María y Yoalli en Estocolmo, italiana y mexicana que cuando salieron de Alborg, Dinamarca, no sabían que yo existía ni que llegarían mochileando hasta la capital de Escandinavia. No sabían que extenderían su visita por un pseudoguía turístico. No sabían que dejarían un inmenso vacío con su partida.

Y es que nos despedimos de madrugada, escuchando “Goodbye stranger” de Supertramp, después de un tiempo inolvidable, con la promesa de Jethro Tull en Malmö y que continúe la magia viajando. Luego de cuatro minutos, mientras se esfumaba el instante empezando a convertirse en recuerdo, María tocó mi puerta nuevamente. Con su inglés con acento italiano, dulce y tierna, con una sonrisa tímida, me explicó que no pudo encontrar un gorrito celeste, pero que "este también te tapa las orejas y es de buen material para el frío y todo".

Sunday, October 15, 2006

I love Sweaten


Vivir sin acostumbrarse. De eso se trata. Sin acostumbrarse a nada, disfrutando todo siempre. Vivir sin “normal”, con la capacidad de emocionarse de lo más intrascendente que alguien pueda encontrar. Fotografiar un paradero de bus, un perro, un cartel. El mismo cielo en diferentes días, el mismo árbol, desde la misma ventana cada vez. Hacer eso que quieres hacer, leer Rayuela nuevamente antes de ir a París. Mirar Europa, de eso se trata, y exprimirla al máximo en mi cabeza, hasta no poder más.

Saturday, October 14, 2006

"Con la luz del sol, se derriten mis alas"


Esperando una nena que quiera cantar "La ciudad de la furia"...

Yo haría de Cerati,
ella de Andrea Echeverry,
los dos de nosotros dos.

Tuesday, October 10, 2006

Tercermundista

Yo pertenezco al insípido color gris de Lima, con su masoquismo rehaciéndose cada mañana y la sarta de sonrisas falsas al anochecer. Yo pertenezco a esa ciudad agonizante, sin símbolos distintivos, sin identidad. Yo también soy parte del conglomerado de apariencias y fiestas lindas donde nadie quiere conocerme, donde el amor al paso está reservado para bonitos y atorrantes, donde no sirve de nada distinguir Chopin de Beethoven y donde Shakespeare no es más que un escritor anticuado que nunca debe salir a juerguear.

Esa es mi ciudad, mi eterno retorno, mi trasfondo. Regresaré a ella como al dulce y tibio flagelo al que nos acostumbramos, del que somos parte, viéndola siempre como el escenario no elegido de nuestro día a día y hasta el fin. De ahí soy, de ese espacio supletorio donde coincidieron tierras y cementos que no encontraron otro espacio mejor, donde lanzaron personas y edificios a la fuerza, carros y caminos, todo caóticamente.

Y clamo orgulloso por rescatar el limeñismo inexistente, por darle una Torre Eiffel que la distinga, un Big Ben, una imagen de postal. Clamo inútilmente por darle una fachada a esa casa a la que todos entran por la puerta falsa y sin mirarse, maldiciendo el instante en el que cayeron juntos a ese vacío interminable en el que están.

Y es que yo pertenezco a esas avenidas en las que los conductores esquivan ambulantes, las mismas del semáforo en verde y el carro de adelante detenido. Yo soy de esa metrópolis sin subway, con tantos paraderos de autobuses como pasajeros en el micro o en la cuadra, con sirenas de ambulancias y taxistas asaltantes, sin ciclistas ni peatones, con chóferes imprudentes y personas que se burlan de los puentes.

De ahí soy, de ese irónico teatro inagotable, del mutuo regateo malicioso, del raje abiertamente encaletado y la indiferencia hecha institución. Soy de ese plomo en el cielo que macera la sangre con la nostalgia de que siempre faltará bastante para un poco mejor. Soy de ese circo en el que el público aplaude la pendejada, el profesionalismo en la criollada, la metida de yuca y la autoprostitución.

Yo pertenezco señores, de ahí soy. De la ciudad repleta de caretas y películas piratas, donde es normal que exista Wilson, el Hueco y la Cachina, donde pueden fumarse porros en la DINANDRO y ofrecer cocaína en bicicleta en el boulevard de Barranco con total impunidad. Me aferro a mi tercermundismo. De ahí vengo y al mismo vuelvo, al mismo regreso porque de ahí soy.

Tercermundista. Y sus paredes despintadas de historias que nadie recuerda, donde todos se acostumbran al estado de amenaza constante, camuflados en discotecas donde el cortejo se funda en conversaciones sobre carros y amistades populares, con harto manyas, alucina, bravazo y de la wich.

De ahí soy y lo grito, de esa ciudad maltrecha donde todos se detestan, donde el desprecio se transfiere en cadenas humanas, donde uno se siente superior al otro y al otro deja de importarle cuando también encuentra a quien cholear. Y así sucesivamente, intolerantemente, calificando conductas ajenas a partir de prejuicios lamentables, sin pensar en su por qué, sin respetar su libre elección, sin más en común que el mismo temor al secuestro de los pocos ideales que aun no han sido fusilados en la televisión.

Tercermundista. Extrañando las comidas picantes que acribillan el aparato digestivo, donde la gente se divierte insultando transexuales en la avenida Arequipa, donde la borrachera o el viaje psicodélico son sinónimos de escándalo, donde los barristas destruyen alegremente estadios y casas aledañas.

Yo pertenezco. De ahí soy. De donde los universitarios se hacen los dormidos y no ceden el asiento a la señora embarazada, de donde prohíben la venta de alcohol en las Universidades por la falta de educación, de donde, sin embargo, los universitarios se embriagan en locales sin licencia, justo frente a su Universidad, tras cruzar la pista por el caminito que se forma al costado del letrero que solicita no pisar el pasto por favor.

Yo pertenezco a esa mierda que cautiva donde todos moriremos juntos y no nos llevaremos flores. La indiferencia hasta después de la muerte, porque la generosidad es rara y el egoísmo abunda, porque la soberbia sobra en las cabezas marchitas de tanto sacudirse de lo que nunca dejarán de ser.

Martín Hache extrañaba los techos de Buenos Aires cuando estaba en Madrid. En Estocolmo me di cuenta de que todavía apuesto por ese limeñismo inexistente como la contracara de la huachafería descrita en los párrafos precedentes. Yo pertenezco, de ahí soy. Y vamos a construir un monumento invisible en Miraflores en honor a lo que Lima se merece, en honor a lo que no podemos darle, en honor a todo eso que no somos y que nuestra horrible capital extraña, indigna de su majestuosa historia, en la bohemia desorbitada de lo que pudo ser.

Tercermundista. Yo pertenezco, yo soy de ahí. Y pido perdón por la ingenuidad de soñar con devolverle juntos lo que injustamente le saqueamos, pretendiendo descifrar de manera milagrosa algún secreto que me ate a Lima, finalmente, como un turista que viva fascinado en su propia ciudad.

Monday, October 09, 2006

Anunciando Premios Nobel: Pablo Neruda y Gabriel García Márquez

A comienzos de octubre Estocolmo aparece en los periódicos del mundo por el anuncio de los Premios Nobel. Desde 1901, cinco años después de la lectura del testamento del insigne sueco Alfred Nobel, la fundación que lleva su nombre reconoce los aportes de distintos intelectuales en los campos de la medicina, física, química, economía, literatura y paz.

Hace unos días descubrí que Carla (peruana), Michele (italiano) y Fanny (francesa) también prefieren el Nobel de la Paz. ¿Qué tan complicada será esa tarea? Podemos pasarnos varias vidas intentándolo desde nuestro tercermundismo. Sea como sea, el jueves y el viernes se definen los últimos premios de este año, los que más me importan, y ojalá -quién sabe- en diciembre pueda fotografiar a Vargas Llosa en el Stockholm Konserthuset, recordando a Neruda en el 71 y a García Márquez en el 82. Imposible no citarlos para su deleite.

Pablo Neruda's speech at the Nobel Banquet at the City Hall in Stockholm, December 10, 1971

Altezas, Señoras y Señores,

Venimos de muy lejos, de fuera o de dentro de nosotros mismos, de idiomas contrapuestos, de países que se aman. Aquí nos encontramos, en Estocolmo, en esta noche central del mundo. Hemos llegado de la química, de los microscopios, de la cibernética, del álgebra, de los barómetros, de la poesía, para reunirnos. Venimos de la oscuridad de nuestros laboratorios a enfrentarnos con una luz que nos honra y que, por el momento, nos enceguece. Para nosotros, laureados, se trata de una alegría y de una agonía.

Pero antes de agradecer y antes de respirar tengo que reconcentrarme, perdón, irme lejos de aquí, perdón, volver a mi tierra, perderme una vez más en la noche y en el amanecer de mi patria.

Vuelvo a calles de mi infancia, al invierno del sur de América, a los jardines de lilas de la Araucanía, a la primera María que tuve en mis brazos, al barro de las calles que no conocían el pavimento, a los indios enlutados que nos dejó la Conquista, a un país, a un continente oscuro que buscaba la claridad. Y si este resplandor se prolonga desde esta sala de fiesta y llega a través de tierra y mar a iluminar mi pasado, está iluminando también el futuro de nuestros pueblos americanos que defienden su derecho a la dignidad, a la libertad y a la vida.

Yo soy un representante de aquel tiempo, y de las actuales luchas que pueblan mi poesía. Perdón por haber extendido mi reconocimiento hacia todos los míos, hacia los olvidados de la tierra que en esta ocasión feliz de mi vida me parecen más verdaderos que mi expresión, más altos que mis cordilleras, más anchos que el océano. Yo pertenezco con orgullo a la multitud humana, no a unos pocos, sino a unos muchos, y aquí estoy rodeado por su presencia invisible.

En nombre de todos ellos y en el mío propio doy las gracias a la Academia Sueca por el honor que hoy le concede a mi artesanía de poeta. Doy las gracias a este país de inmensos bosques y profundas nieves, cuyo sentido de la igualdad y cuyo amor a la paz, cuyo equilibrio y cuya generosidad impresionan al mundo. Doy las gracias y vuelvo a mis trabajos, a la página blanca que espera cada día a los poetas para que la llenemos con nuestra sangre y nuestra sombra porque con sangre y sombra se escribe, se debe escribir la poesía.

Gabriel García Márquez' speech at the Nobel Banquet, December 10, 1982

Sus Majestades, Sus Altesas Reales, Amigos:

Agradezco a la Academia de Letras de Suecia el que me haya distinguido con un premio que me coloca junto a muchos de quienes orientaron y enriquecieron mis años de lector y de cotidiano celebrante de ese delirio sin apelación que es el oficio de escribir. Sus nombres y sus obras se me presentan hoy como sombras tutelares, pero también como la evidencia, a menudo agobiante, del compromiso que se adquire con este honor. Un duro honor que en ellos me pareció de simple justicia, pero que en mí entiendo como una más de esas lecciones con las que suele sorprendernos el destino, y que hacen más evidente nuestra condición de juguetes de un azar indescifrable, cuya única y desoladora recompensa suelen ser, la mayoría de las veces, la incomprensión y el olvido.

Es por ello apenas natural que me interrogara, allá en ese transfondo secreto en donde solemos trasegar con las verdades más esenciales que conforman nuestra identidad, cuál ha sido el sustento constante de mi obra, que pudo haber llamado la atención de una manera tan comprometedora a este tribunal de árbitros tan severos. Confieso sin falsas modestias que no me ha sido facil encontrar la razón, pero quiero creer que ha sido la misma que yo hubiera deseado. Quiero creer, amigos, que este es, una vez más, un homenaje que se rinde a la poesía. A la poesía por cuya virtud el agobiante inventario de las naves que enumeró en su Iliada el viejo Homero está visitado por un viento que la empuja a navegar con su presteza intemporal y alucinada. La poesía que sostiene, en el delgado andamiaje de los tercetos del Dante, toda la fábrica densa y colosal de la Edad Media. La poesía que con tan evidente como milagrosa totalidad rescata a nuestra América en Las Alturas de Machu Pichu de Pablo Neruda el grande, el más grande, y donde destilan su tristeza milenaria nuestros mejores sueños sin salida. La poesía, en fin, esa energía secreta de la vida cotidiana, que cuece los garbanzos en la cocina, y contagia el amor y repite las imágenes en los espejos.

En cada línea que escribo trato siempre, con mayor o menor fortuna, de invocar los espíritus esquivos de la poesía, y trato de dejar en cada palabra el testimonio de mi devoción por sus virtudes de adivinación, y por su permanente victoria contra los sordos poderes de la muerte. El premio que acabo de recibir lo entiendo, con toda humildad, como la consoladora evidencia de que mi intento no ha sido en vano. Es por eso que invito a todos ustedes a brindar por lo que un gran poeta de nuestras Américas, Luis Cardoza y Aragón, ha definido como la única prueba concreta de la existencia del hombre: la poesía.

Muchas gracias.

Fuente: Lex Prix Nobel. Nobel Fundation, Stockholm.

Friday, October 06, 2006

Tuesday, October 03, 2006

Barco a Finlandia

Felicidad es no poder imaginar algo mejor que el instante que estás viviendo.



La frase es producto de mi deliciosa borrachera sobre el mar; la foto, se la agradecemos a Carla por la imaginación.

Monday, October 02, 2006

Mi primera clase, la Cata y Magnolia (I)

No hay que jugar a atar conclusiones de las remotas posibilidades materializadas, porque así fue mi primera clase en Estocolmo, en mi segundo día en Suecia, cuando la Cata se sentó a mi lado en ese auditorio en el que todavía quedaban varios asientos vacíos y me habló en inglés. Se sentó justo al costado del hispanohablante en el salón repleto de europeos, en Introduction to Swedish Law, con un profesor llamado Rolf Höök que para ahorrarnos problemas de pronunciación nos contó que en la Facultad de Derecho de Stanford le decían Mr. Hook.

Pero no hay que jugar a darle valoraciones a algunos hechos concretos, porque simplemente son coincidencias o cosas que pasan de casualidad, así sin más, por más que la Cata diga que "la vida se encarga" y que también le guste Magnolia y por más que Chile ya no sea un país tercermundista como yo.

En el mundo cualquier cosa puede pasar. Como le dije a Carla ante su constante negativa al alcohol, al cigarro y a tomar sol sin bloqueador, "no es miedo a las consecuencias del acto puntual, sino miedo a que el riesgo que implica ese acto se concretice". De vez en cuando recuerdo mis clases de Legislación Tributaria con Lalo Sotelo y sus exquisitas explicaciones sobre lo que se denomina Risk aversion... y es que, repito, cualquier cosa puede pasar, por más que queramos descifrar a qué se debe ese tormento y ustedes estén leyendo mi blog.

Viví ilustrativos ejemplos en Lima, en la pre-historia, en la época de la palabra precisa en el momento exacto y toda esa demencia derrochada en post anteriores. Sin embargo, me pasó también un par de veces más aquí cuando la Cata apareció en su bicicleta, de la nada en medio de la calle, justo en la bajada de un bus que tomé por equivocación.

Esa tarde teníamos un buffet de bienvenida para los exchange students de Derecho y luego de dos intentos frustrados yo estaba resignado a no dar con la dirección. De pronto la Cata apareció en su bicicleta y cual ángel caído del cielo me rescató. Lo gracioso fue cómo apareció, la materialización de las remotas posibilidades de que estando yo perdido en Estocolmo me encuentre con la Cata y me lleve al dichoso buffet.

Mientras íbamos al lugar de la invitación, me contó que sí, que sí le gustaba Magnolia. Ahí conocimos unos alumnos del Master de EC Law y mientras comíamos la Cata comentó que estudiar en Suecia no es cualquier cosa porque la Cámara de Comercio de Estocolmo tiene prestigio internacional como ente que resuelve conflictos entre grandes compañías chinas y estadounidenses.

Mi primera clase, la Cata y Magnolia (II)

Mi primera clase de Introduction to Sweadish Law con Mr. Hook fue a todo dar. Aprendí cosas intrascendentes como que en la Cámara de Comercio de Estocolmo se resuelven la mayoría de conflictos entre empresas chinas y estadounidenses. Datos estadísticos que puedes citar después y quedar bien. Aprendí, especialmente, que Suecia es un país tan desarrollado que gasta sus recursos (o los invierte, según cuánto esperen ustedes de mí) en que un tercermundista recién llegado tenga un pretexto para abrir un blog.

De cualquier modo, reflexiones académicas aparte, aprendí más después de la clase cuando la Cata siguió una cadena iniciada meses antes por un venezolano cuando ella llegó a Estocolmo. Y es que la Cata me enseñó lo básico para sobrevivir en el primer mundo, como comprar en Netto, el supermercado para pobres. Me enseñó a preparar fideos en salsa de tomate, a cocinar arroz y a no mandar la aplicación a la proveedora de internet sin antes probar si el anterior inquilino había anulado su conexión: me ahorré las 375 SEK (más de 40 Euros) del pago por la instalación.

Le agradecí a la Cata por eso. Creo que ella nunca entenderá lo infinitamente agradecido que estoy, pero lo estoy. Por eso y por prestarme un celular y darme los cables para la computadora y permitir que tenga internet desde mi segundo día, y por advertirme que no vuelva a comprar la tarjeta para el sistema de transporte en Estocolmo (SL card) a precio normal si parezco menor de 20, y por muchas cosas más. Obviamente parezco menor de 20, en Perú y con mayor razón en Suecia, así que la segunda SL card me costó 240 SEK menos que la primera, porque apliqué mi tercermundismo al decirle con una linda e hipócrita sonrisa a la vendedora: "I am under twenty".

Y es que los suecos confían, no están acostumbrados al tercermundismo. Solo solicitan tu ID cuando compras cigarros o alcohol. No importa si en la misma tienda compraste la SL card a precio reducido. Yo siempre entrego mi brevete peruano en el cual la fecha de nacimiento aparece en la parte de atrás, y digo que los suecos confían porque me venden lo que les pido sin siquiera voltear el brevete y ver cuándo nací.

Pregunto entonces, ¿cuáles son las posibilidades de que aquello que planeamos salga como en verdad lo planeamos? Viajé a Finlandia en un barco para mayores de 23, compré la SL card para menores de 20, y sin embargo tengo 22. Síntomas de mi tercermundismo, lo cual va más allá de nuestro profesionalismo en la criollada o del cosmopolitismo de la Cata. Va más allá de mi primera clase de Introduction to Swedish Law y de los pronósticos meteorológicos de Magnolia y de todo lo demás, de perderme en Estocolmo y que justo un ángel aparezca y me rescate, porque cualquier cosa puede pasar.

Si mañana me despierto y llueven ranas que golpean mi ventana, tengo claro que llamaré a la Cata y le diré que mi color preferido es el azul. Y es que solo traje 5 películas a Suecia. Hace un par de semanas vimos Magnolia después de que la Cata me preguntó, por Messenger: "¿tení Magnolia?". Por eso no hay que jugar a atar conclusiones de las remotas posibilidades materializadas, porque esa es la historia de mi primera clase en Estocolmo, la Cata y Magnolia.