Tuesday, April 03, 2007

Tiraba anclas

Se la pasaba tirándole anclas a diferentes momentos pasados. Escarbaba en la memoria instantes olvidados, y escarbaba tanto hasta encontrar el color de la ropa que vestía ese día, el olor del perfume que se puso, las palabras exactamente pronunciadas. Tiraba anclas, zarpazos apresurados que retenían imágenes intermitentes, y las atrapaba en la cabeza y las contaba sonriendo y se enternecía. Era tan difícil lograrlo. El tiempo diluyó ese catálogo inagotable de recuerdos. Era como un álbum de fotos dejado en un armario por años, con mucho polvo impregnado, con cadáveres de insectos secos en el plástico. Costaba descubrirlo y limpiarlo y revivir el pasado. Pero escarbaba hasta estrellarse con la sensación de entonces, y tiraba un ancla para que el recuerdito encontrado no se vaya navegando a otra tormenta en la que finalmente volvería a morir. Así se la pasaba, tirándole anclas a sanguchitos de jamón y queso, a posavasos para gaseosa, a reproductores de casetes y ceniceros. Había que remover muchas fiestas. Había que ser persistente y nadar contra la corriente. Había, en principio, que atreverse a ensuciarse las uñas con tierra. Tiraba un ancla y el peso lo vencía. Se iba con el ancla al agua y se mojaba. Caía y caía por el mar hasta golpearse la cabeza con el fondo. Y los peces eran canciones que ya no le gustan, pero le gustaban; eran lugares que ya no frecuenta, pero frecuentaba; eran convicciones superadas, llamadas telefónicas irrelevantes que lo acorralaban, mirándolo en el fondo del mar abrazado a un ancla, para mostrarle lo grande que es lo intrascendente. Era tan difícil lograrlo. Por eso tiraba anclas como chinches para pegar notas en un corcho, frases mutiladas, como los mosquitos secos en el álbum de fotos enterrado. Había pues que ensuciarse las uñas, había que tirar anclas y ser preciso para capturar la fugacidad con la que puede sentirse, si es que llega a sentirse, una nostalgia de antaño. Pero era difícil lograrlo. Por eso a veces tiraba muchísimas anclas de un solo porrazo para equilibrar el largo periodo en el que no tiró ninguna, pero aún así casi nunca encontraba peces.

1 comment:

Giovi said...

Tan poetico el nene... saudades de você felipinho! Tudo bem?

Besitos!